El 8 de septiembre marca el plazo límite para que el Ejecutivo presente al Congreso de la Unión los Criterios Generales de Política Económica 2024, la iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación. Este paquete económico enfrenta la tarea de abordar riesgos económicos considerables, tanto actuales como los que podrían intensificarse durante el período electoral y al inicio de la próxima administración. Uno de los principales desafíos radica en mantener la estabilidad económica frente a los riesgos. Destaca la insostenibilidad de las finanzas públicas, consecuencia de la insuficiencia de recursos fiscales para respaldar compromisos de gasto significativos y rígidos, especialmente a partir de 2025. El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advierte que la fragilidad financiera podría intensificarse hacia el final de la administración actual y en el inicio de la siguiente, si no se toman medidas urgentes. El deterioro de las finanzas públicas es evidente en el aumento del gasto y el déficit fiscal en relación al PIB. Entre 2018 y 2022, el gasto público creció un 2.7% del PIB, mientras que los ingresos aumentaron solo un 1.5% en el mismo período. Además, el déficit fiscal subió del 2.1% del PIB en 2018 al 3.3% en 2022, y se estima en 3.7% para este año. Las reservas preventivas del erario, incluyendo fondos de estabilización, han disminuido, lo que aumenta la vulnerabilidad ante imprevistos. El CEESP subraya la debilidad en ingresos públicos y proyecciones de insuficiencia futura. Ingresos en la primera mitad de 2023 quedaron por debajo de lo planeado, y la desaceleración económica esperada para 2024 podría disminuir aún más los recursos fiscales. Adicionalmente, las recuperaciones de ISR de empresas grandes podrían no mantenerse en el tiempo, generando incertidumbre. Presiones estructurales incluyen el crecimiento de los gastos en pensiones y jubilaciones, y el aumento de la deuda pública. La percepción negativa sobre empresas estatales como Pemex también afecta la estabilidad financiera. El uso de recursos de las Reservas ERARIAS. Frente a estas preocupaciones, el CEESP subraya la importancia de abordar el gasto público con cautela política, evitando compromisos que amenacen la solidez fiscal, y priorizando áreas críticas como el sistema de salud y la inversión pública. El paquete económico 2024 debe ser diseñado estratégicamente para mitigar los riesgos y mantener la estabilidad fiscal, concluye el organismo.
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